Una exjefa de la Udyco de la comisaría de Vigo reveló ayer, en un juicio
contra el hermano de Sinaí, Marino Jiménez, que investigó en el 2013 y
2014 la «ostentosa» riqueza del clan de los Morones y que concluyó que
se trata «una supuesta mafia que cobra un impuesto revolucionario» a los
feriantes con puesto en los mercadillos. La funcionaria dirigió un
dispositivo para detener a Marino Jiménez después de que fuese
fotografiado por la policía en un bar de Ribadumia donde iba a negociar
la compra de droga a unos arousanos de Cambados a los que luego planeó
robar con ayuda de un cabo de la Guardia Civil de Mos. En las escuchas
telefónicas, la policía descubrió que el guardia civil y Marino ya
habían dado más golpes de ese tipo.
Compañeros del agente acusado aseguran que este les comentó que tenían
un chivatazo sobre un coche lleno de droga, pero nadie informó a sus
superiores del cuartel.
la voz de Galicia.es
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