El pasado lunes la Unidad de Policía Municipal de Madrid del distrito de
Moratalaz era desalojada con urgencia por riesgo inminente de derrumbe.
Las enormes grietas y desperfectos habían sido objeto de denuncia por
parte de los policías y funcionarios que allí trabajan y por diferentes
sindicatos hace al menos un año, pero el Ayuntamiento que dirige Ana
Botella había desestimado actuar. Los afectados se quejan de la poca
atención que el consistorio les ha prestado, no solo en la Unidad de
Moratalaz, sino en varios centros más que también sufren graves daños.
Lo cierto es que diferentes sindicatos habían informado a la institución
madrileña de los importantes desperfectos que había en las
instalaciones de Policía Municipal en Moratalaz, hasta el punto de que
el lunes un técnico de la Junta Municipal se personaba en las mismas
para ordenar el desalojo urgente.
"Nosotros ni siquiera sabíamos nada. El lunes entramos a trabajar el
turno de tarde (15.00 horas), y en la hora de meseta nos dijeron los de
la Junta que al día siguiente ellos no iban porque se iba a desalojar la
Unidad. A las 17.00 horas nos avisaron para que fuéramos deprisa y
corriendo para sacar todo el material. Todo el turno de policías empleó
su tiempo en el desalojo, además de los que no estaban trabajando, que
vinieron para sacar sus cosas", explica uno de los policías del distrito
madrileño, quien afirma que hace 6 o 7 años que tienen esos problemas
en el recinto.
Los sindicatos denuncian que habiendo podido hacerlo de la manera más lógica, al final se ha actuado de manera precipitada
"La Junta de Gobierno Municipal tiene el informe que elaboró Colectivo
Profesional de Policía Municipal (CPPM) desde diciembre del año pasado, y
además ha habido más informes de otros sindicatos. Pudiendo haberlo
hecho con tiempo, correctamente, se ha hecho de forma precipitada. A los
policías en realidad se les paga por prestar un servicio a los
ciudadanos, y ese día Moratalaz tenía a sus agentes dedicados a cargar
material de la Unidad. Además, para transportar los armeros, no sé si se
podría haber vulnerado la legalidad, ya que lo lógico es avisar a
Guardia Civil, que se precinte el recinto y que se custodie para que
nadie acceda, pero no fue así", explica Julián Leal, del sindicato
policial.
La incomodidad del traslado
Desde el desalojo, los agentes han tenido que repartirse entre la Unidad
de Vicálvaro y la de San Blas, al igual que el material y los
vehículos, con el descontrol que eso supone. "Los del turno de tarde,
más de 60 personas, estamos en San Blas, donde inevitablemente se han
producido fricciones porque no cabemos. Estamos a caballo entre ambas
Unidades: las oficinas, transmisiones, vehículos y el armero están en
Vicálvaro, de manera que los que estamos en San Blas entramos a trabajar
más tarde de lo normal. Pasamos lista después de que lo hagan los de
aquí, tenemos que esperar a que los que están en Vicálvaro nos traigan
vehículos y entonces ir hasta allí a los armeros y a por las
transmisiones. Total, que el servicio empieza casi dos horas después de
que hayamos entrado, y por la noche al salir es igual, ya que se ha
dicho que más tarde de las 10.00 no se pasen comunicados por la emisora
porque tenemos que empezar con el mismo ajetreo para volver", explica el
agente de Moratalaz.
En Vicálvaro no están mejor, ya que las taquillas de los 'acogidos'
están situadas en el parking exterior bajo el techado, por lo que los
policías tienen que coger sus cosas de la calle y meterse dentro a
cambiarse.
Los agentes de Moratalaz están repartidos entre Vicálvaro y San Blas, y
su servicio real se ha visto condicionado por los contínuos traslados de
uno a otro
En principio, el Ayuntamiento ha informado de que la situación se
solucionará mañana lunes, ya que los agentes serán trasladados a la
calle Albarracín (San Blas) donde está la Jefatura de Policía Municipal y
la Unidad de Gestión de Multas. Se trata de un edificio inteligente por
el que el consistorio paga un alquiler a la empresa Aguirre Newman de
cerca de 18 millones de euros al año, algo que los sindicatos llevan
tiempo criticando porque el Ayuntamiento cuenta con varios edificios
municipales que están vacíos, por lo que no consideran necesario tener
que pagar esos alquileres.
Sin embargo, el de Moratalaz no es el único recinto con problemas, ya
que también parece haber importantes grietas en la Unidad de Puente de
Vallecas, o riesgo de inundación y electrocución por la lluvia en Ciudad
Lineal. También en Barajas tienen que recurrir a los cubos para paliar
las goteras que la lluvia provoca.
El Ayuntamiento, en el ojo del huracán
Además de la incomodidad y los problemas actuales para prestar servicio
en el distrito de la Unidad desalojada, los agentes, igual que los
sindicatos, se quejan de la manera en que se han hecho las cosas. "Es
una lástima, pero si no llega a pasar la desgracia del Madrid Arena, a
nosotros se nos cae la Unidad encima sin que nadie se moleste en dar
soluciones", explica el policía de moratalaz consultado, quien asegura
que tras lo ocurrido el 1 de noviembre el foco está puesto en el
Ayuntamiento.
Lo cierto es que si en algo coinciden tanto CPPM como la Asociación de
Policía Municipal Unificada (APMU) es que los recortes en el consistorio
están provocando que no haya personal en la calle, y que ocurran cosas
que evidencian el problema de los agentes. "Los eventos se realizan sin
la Policía necesaria, esto empieza a ser un caos. En Madrid tenemos casi
600 policías menos porque no se cubren las plazas que quedan libres",
explica Julián Leal.
"No hay policías en la calle, no se gestionan los medios y el personal
que tenemos y esto es una decisión política", explica el portavoz de
APMU
"El problema de fondo es que no se gestionan como se debe los medios y
el personal que tenemos, y esto son decisiones políticas. Ejemplo como
los de la MTV, el Barrio del Pilar o el Madrid Arena al final demuestran
que no hay policías en la calle, y eso es un problema de gestión.
Nosotros propusimos una reordenación del Cuerpo para sacar más gente a
la calle prescindiendo de las horas extra y para evitar tener que
trabajar 10 días seguidos, y la Corporación ni siquiera nos escuchó",
defiende Raúl Herrero, portavoz de APMU.
Para ponerle cifras, fuentes policiales comentan que para la macrofiesta
de Halloween el dispositivo era de 12 agentes (desplazados del distrito
de Moncloa, quedando éste vacío), además de un sargento y su conductor y
el oficial de guardia con su conductor, mientras que en la última
fiesta en el mismo recinto y con similares características, había 90
policías de las UCS (Unidad Central de Seguridad 1 y 2, especializadas
en este tipo de dispositivos).
A juzgar por las últimas actuaciones de los agentes madrileños, el
descontento va en aumento, y cada vez se ven más movilizaciones de
policías frente a las Unidades, carteles difundidos por la ciudad, o
muñecos de uniforme que aparecen colgados, simbolizando el ahogo de un
Cuerpo que cada vez está más desmoralizado y tiene más difícil realizar
su trabajo
Fuente: Vozpopuli