Un hombre, sobre el que pesaba una orden de alejamiento que fue
levantada ayer mismo, ha matado este miércoles presuntamente a su
expareja sentimental y luego se ha suicidado, según ha confirmado el
subdelegado del Gobierno en Castilla-La Mancha. El crimen se ha cometido
a las puertas de un supermercado situado en la calle Real de la
capital, donde el supuesto agresor esperaba a la mujer. Después del
ataque mortal, se ha pegado un tiro en un aparcamiento situado enfrente
del establecimiento.
La víctima, de 28 años y residente en la cercana localidad de Bolaños de
Calatrava, había denunciado a su agresor el pasado 7 de diciembre en la
comisaría de este municipio. En ese momento se dictó una orden de
alejamiento contra el policía y se le retiró su arma oficial. Pero ayer,
el juzgado reconsideró la situación y levantó la orden contra el
agente, aunque no se le devolvió el arma porque se encontraba de baja
por depresión. Según el delegado del Gobierno, los disparos los ha
realizado con otra arma.
Según han relatado vecinos de la zona, un mendigo portugués que
habitualmente suele situarse en las puertas del supermercado ha sido
testigo de los hechos y ha sido trasladado a dependencias policiales
para ser interrogado. Otra testigo, Rocío Sánchez, que regenta una
frutería a menos de 50 metros del suceso, ha relatado que descubrió el
cuerpo de la mujer tendido en la calle tras escuchar tres disparos.
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