La Guardia Civil ha cercado esta mañana en los alrededores del pueblo de
El Salobral a Juan Carlos Alfaro, el presunto homicida que mató el
sábado a una menor de 13 años, de la que decía estar enamorado, y a otro
vecino de la localidad albaceteña. Alfaro, que va armado con un fusil y
una pistola y es un excelente tirador, fue localizado a primera hora
cerca de unos terrenos que pertenecen a su familia y, al darse cuenta de
que había sido descubierto, abrió fuego contra los agentes. Poco
después dejó de disparar y desde entonces los agentes intentan
convencerle de que se entregue de forma pacífica. En las conversaciones,
dirigidas por un negociador de la Unidad Especial de Intervención la
Guardia Civil, está participando el padre del presunto asesino. Otros
familiares, entre ellos unos tíos muy cercanos, se han trasladado a la
zona y han pedido también hablar con él.
Alfaro, que ha dicho que no disparará si no disparan contra él, ha
pedido tabaco y un teléfono móvil para comunicarse mejor con las fuerzas
de seguridad, después de que el suyo se quedara sin batería. Un
centenar de efectivos de las fuerzas de seguridad y del sevicio de
información de la Comandancia de Albacete rodean el lugar donde se
atrinchera Alfaro, dentro de una caseta en la zona que la madre de la
menor había señalado a la policía como posible escondite del presunto
asesino. Cerca de estos terrenos posee una finca la familia de Alfaro y
también uno de los hermanos de Agustín Delicado, el vecino al que
supuestamente mató el sábado. La Guardia Civil ha pedido la asistencia
de una UVI medicalizada por si pudiera haber heridos.
Hasta localizar a Alfaro esta mañana, los agentes, con la ayuda de
perros y de un helicóptero, peinaron cada metro cuadrado de los
alrededores la pedanía albaceteña desde el sábado, después de que Alfaro
se diera a la fuga tras cometer su crimen. El entierro de la menor está
previsto hoy a las 15 horas en el cementerio de Albacete y el de
Agustín Delicado será a las 17 en El Salobral, según el alcalde de la
localidad.
Todo ocurrió el sábado por la tarde. El presunto asesino, mecánico en
paro, conocido como El Fraguel, experto tirador y con 15 armas en casa,
cogió una pistola y salió a matar a Almudena. Ella paseaba con unos
amigos por el centro de El Salobral, una pequeña pedanía con poco más de
1.000 habitantes a 14 kilómetros de Albacete, cuando Juan Carlos le
salió al paso. Eran las siete y veinte de la tarde, más o menos. Le
descerrajó cuatro tiros con la pistola en una calle La Luz, una pequeña
callejuela, y salió corriendo en dirección a su casa, según las
versiones de los vecinos. En ese momento llamó al servicio de
Emergencias y les informó de que había matado a la adolescente.
Foto del presunto asesino obtenida de su perfil en Facebook.
Después entró en su casa, en una de las esquinas de la Plaza Mayor,
frente a la iglesia del pueblo, y cogió un rifle. Con él en mano, se
dirigió a la calle Mayor y lanzó una ráfaga de tiros hacia delante.
Hasta 15 impactos de bala pueden verse aún en los edificios del fondo.
Una de ellas alcanzó a un vecino que había salido al portal de su casa a
fumar un cigarro para no molestar. Era Agustín Delicado, de 40 años,
conocido como Pepsicolo, camionero en paro con una niña de 11 años.
Murió en el acto.
En ese momento estaba hablando con él su vecino de portal, Francisco
Martínez. “Casi ni le vimos”, señala. “Estábamos hablando tranquilamente
uno frente a otro cuando comenzamos a escuchar los tiros. Cuando miré,
Agustín estaba en el suelo”. Casualmente, el marido de la abuela de
Almudena entraba en coche en ese momento por la calle Mayor. A él
también le alcanzó uno de los tiros, pero tuvo más suerte que Delicado.
Resultó herido leve en un brazo y fue dado de alta el sábado de
madrugada. Almudena vivía con él y con su mujer. El domingo esperaba
conmocionado el cuerpo de Almudena en el mortuorio del hospital, con el
brazo en cabestrillo, junto a su mujer y la madre de Almudena.
Alfaro se fue corriendo. La Guardia Civil cree que huyó a pie. No lo
hizo, desde luego, ni en su coche ni en su moto -los agentes tienen
ambos controlados-, aunque tampoco pueden asegurar que no haya usado el
vehículo de algún amigo para huir. La noche de los dos asesinatos era
oscura y llovía a mares, lo que facilitó que pudiera esconderse y
escapar. Los agentes lo llamaron por teléfono para tratar de que se
entregara. Hablaron con él, pero sin éxito. A las 11 de la noche
desconectó el teléfono. Ahí se pierde su rastro. Este domingo la
búsqueda fue especialmente cuidadosa por la zona por la que
supuestamente habló por el móvil por última vez, pero no han logrado
encontrarlo hasta esta mañana.
Alfaro sembró el pánico en el pueblo. Después del triple ataque, la
Guardia Civil cerró los accesos a El Salobral y recomendó a todos los
vecinos que no salieran de casa. Algunos de ellos, con miedo de que el
homicida pudiera aparecer en cualquier calle, pidieron a los agentes que
les acompañaran a casa, según explica el alcalde, Ángel Sánchez. La
Consejería de Educación ha decidido suspender las clases del lunes en el
colegio de El Salobral y en el IES de Aguas Nuevas (Albacete), donde
cursaba sus estudios la menor.
Fuente: El páis