Alrededor de 600 efectivos del Ejército brasileño han rodeado este lunes el edificio de la Asamblea Legislativa de Bahía, ocupada por agentes de la policía militarizada que desde hace seis días mantienen una huelga que disparó la criminalidad y dejó un saldo de por lo menos 93 muertos. En el mismo lugar, manifestantes que apoyan a los policías se enfrentaron brevemente a los militares.
Según el portavoz del Ejército en Bahía, el teniente coronel Marcio Cunha, las tropas no invadirán el edificio donde se concentran cientos de seguidores de la huelga, muchos de ellos acompañados por sus esposas e hijos.
Cunha ha asegurado que la "única misión" de los militares es crear condiciones para que agentes de la policía federal puedan cumplir las órdenes de arresto de 11 líderes del paro, emitidas por el Ministerio Público.
Sin embargo, el secretario de Seguridad Pública de Bahía, Mauricio Barbosa, no descartó totalmente la posibilidad de invasión: "Nuestra intención es la de lograr una salida negociada, pero existe una orden judicial de arresto y decisiones de la Justicia que tienen que ser cumplidas".
Líderes de los huelguistas, a su vez, descartaron la posibilidad de salir voluntariamente de la Asamblea Legislativa: "Va a haber una masacre acá, y la culpa será de (el gobernador de Bahía) Jacques Wagner", ha expresado al portal UOL Valdeck Filho, portavoz del líder del movimiento, el soldado Marco Prisco.
Las calles de la capital de Bahía, Salvador, son vigiladas por más de 3.000 militares de las tres Fuerzas Armadas y por cuatro tanques blindados del Ejército, para frenar la ola de violencia desatada por la escasa presencia de policías.
Desde el inicio de la huelga, decidida en la noche del último martes, se multiplicaron los asaltos y saqueos a comercios y el índice de asesinatos se duplicó: en la mañana de este lunes, el número oficial de muertos por causas violentas desde el inicio del paro llegaba a 93.
Antes del Carnaval
El ambiente de miedo en las calles genera temores frente a los festejos del Carnaval en Salvador de Bahía, que son los más largos y multitudinarios de Brasil y suelen atraer a decenas de miles de turistas a la ciudad.
El gobernador Jacques Wagner, sin embargo, ha manifestado que los problemas serán superados antes del inicio de la fiesta: "Todavía faltan diez u once días para el Carnaval... Hasta allá se habrá terminado este proceso (de huelga policial)", ha afirmado el político del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), en entrevista que publica este lunes el diario 'Folha de Sao Paulo'.
Pese a asegurar que no buscaría acuerdo con los manifestates, Wagner ofreció la noche del domingo un aumento salarial del 6,5% con vigencia a partir del 1 de enero pasado, pero la propuesta fue rechazada por los líderes del paro.
"Esto no nos interesa. Es obligación del gobierno ofrecer este porcentaje de reajuste salarial a todos los servidores públicos. Lo que demandamos son valores debidos específicamente a la policía", ha asegurado el líder de los agentes en huelga.
Prisco ha dicho que, además de los aumentos salariales, los policías exigen la liberación de los agentes arrestados y amnistía a todos los que participaron en el movimiento.
La posibilidad de amnistía, sin embargo, fue tajantemente descartada por el gobernador: "No voy a firmar amnistía para los que practicaron crímenes, invadieron autobuses y asesinaron a mendigos... La figura de amnistía no existe, sólo existe cuando se termina un régimen de excepción. No estamos en régimen de excepción", ha asegurado Wagner a 'Folha de Sao Paulo'.
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