Faltaban cinco minutos para la una de la madrugada del domingo y el fuego alertaba a tres indigentes que, aparentemente, dormían junto a un banco de la plaza de Juan de Vilarrasa, cerca del Mercado Central de Valencia. Miguel G. C., moría pasto de las llamas mientras las dos personas que se encontraban cerca se libraban del fuego. La víctima, de 62 años y vecino de Valencia, falleció minutos después de ser tapada con una manta por la policía para apagar las llamas. Después, una dotación de bomberos acudió para extinguir el fuego que destrozó el banco del parque. Los efectivos sanitarios desplazados al lugar nada pudieron hacer por el hombre.
Las primeras pesquisas, y a falta de que se confirmen las pruebas realizadas sobre el banco y los alrededores del parque, Miguel pudo ser quemado intencionadamente. Sin embargo, tampoco se ha descartado la hipótesis de un incendio fortuito. La policía deberá verificar si existió algún tipo de acelerante (combustible inflamable) para que las llamas prendiesen rápido sobre el hombre que dormía.
Además, ha trascendido que este vecino presentó una denuncia contra una persona que el día 12 ya había intentado quemarle sin éxito. Algo que corroboraron otros indigentes de este céntrico parque que divide la zona del barrio del Carme con Velluters.
Esa persona que la policía quiere interrogar se trataría de un familiar de otro hombre que habitualmente dormía cerca de Miguel G. C.. Lo que se desconoce hasta el momento es si ese individuo era uno de los dos que se encontraban junto al fallecido, ya que al llegar la policía uno de ellos dio explicaciones a los agentes pero otro huyó del lugar de los hechos.
La consternación era visible en la plaza de Juan de Vilarrasa durante la mañana del domingo. Grupos de personas de la calle se reunían en los bancos y lamentaban la pérdida de Miguel mientras ojeaban en la distancia los trabajos que los agentes de la policía científica realizaban en el sitio exacto donde se quemó el indigente.
Varios compañeros y compañeras del fallecido, recordaron que a Miguel le ha habían intentado quemar dos veces. "Una vez le prendió la ropa", aseguró uno de ellos. En las conversaciones aseguraban que la víctima era una persona discreta y reservada, que no solía discutir con nadie.
Fuente: Levante-EMV
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