El tema de conversación durante Año Nuevo en Francia ha sido un misterioso hallazgo de 'oro' en un tren regional próximo a París. Durante varios días no apareció el propietario, pero este martes la policía resolvió parte del misterio.
Ha sido algo con lo que todos sueñan: un controlador encuentra en un tren de las inmediaciones de París una maleta sin dueño. Desata la alarma y los expertos en explosivos acuden de inmediato al lugar. Y ante el asombro de todo el mundo descubren que en la maleta se encuentran lo que parecen 20 lingotes de oro, cuyo valor según los medio asciende a 800.000 euros (algo más de un millón de dólares).
De los 20 kilos de oro informa este martes el diario 'Le Parisien', que además especula con quien se podría alegrar con esta pequeña fortuna si no aparece el dueño.
El resplandeciente hallazgo en la tarde del viernes desató horas antes de Nochevieja no sólo la esperanza de una jugosa recompensa, sino que también fomentó la fantasía en numerosas charlas las fiestas de fin de año. ¿Quien puede olvidar una maleta con ese valor en un tren regional?
La policía, recelosa, ordenó el análisis del material, pues en los lingotes no aparecía ningún sello oficial, lo que podría hacer pensar que se trata de oro fundido de forma ilegal.
En Sudáfrica suelen aparecer noticias sobre las bandas de criminales que operan regularmente en las minas de oro y que bajo tierra tienen ejércitos enteros de trabajadores que excavan en busca de oro de forma ilegal y lo sacan fuera del país.
No era de descartar un trasfondo delictivo, y los investigadores consideraban especialmente sospechoso que nadie reclamase la propiedad de la maleta.
Pero tras un exhaustivo análisis al menos se ha aclarado un punto: los lingotes no son de oro, según informan medios franceses en base a fuentes de la investigación, sino de otro material, que todavía no ha sido identificado.
Con ello se refuerza la hipótesis de un trasfondo delictivo. Todo un equipo de policías está ahora ocupando viendo vídeos de cámaras de vigilancias de los trenes de cercanías que unen las estaciones de la línea B con Massy-Palaiseau (a unos 15 kilómetros al sur de París) para poder esclarecer la identidad del propietario.
La policía, según los medios, considera que al propietario de las barras le entró miedo al ver a revisor e intentó desaparecer sin sus falsos lingotes de oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario