- Un desconocido con pasamontañas irrumpió en la vivienda familiar.
- La policía baraja la extorsión como móvil.
La policía australiana ha desactivado el artefacto explosivo que un desconocido había colocado en el cuello de una joven.
Madeleine Pulver ha contado a la policía que se lo puso un extraño irrumpió en la casa familiar, una propiedad de varios millones de dólares en Sidney. El padre de la chica, Bill Pulver, es un adinerado hombre de negocios que dirige una compañia de software internacional.
El jefe segundo de la Policía Marck Murdoch ha señalado que hasta el momento apenas se conocían detalles del caso, aunque en principio barajan la extorsión como el móvil de la persona que entró en la casa portando pasamontañas.
Los especialistas han tardado 10 horas en desactivar el artefactoLos equipos de especialistas retiraron el artefacto a la chica de 18 años tras 10 horas de trabajo y mientras un dispositivo policial mantenía un cordón de seguridad en torno a una manzana de casas, evacuadas ante el riesgo de que pudiera producirse una explosión.
Según medios locales, el asaltante dejó una nota escrita antes de abandonar la vivienda, situada en el barrio de Mosman.
Murdoch apuntó que cuatro especialistas en explosivos participaron en la misión de retirar a la chica el artefacto, que fue enviado a los laboratorios para su examen.
- La policía baraja la extorsión como móvil.
La policía australiana ha desactivado el artefacto explosivo que un desconocido había colocado en el cuello de una joven.
Madeleine Pulver ha contado a la policía que se lo puso un extraño irrumpió en la casa familiar, una propiedad de varios millones de dólares en Sidney. El padre de la chica, Bill Pulver, es un adinerado hombre de negocios que dirige una compañia de software internacional.
El jefe segundo de la Policía Marck Murdoch ha señalado que hasta el momento apenas se conocían detalles del caso, aunque en principio barajan la extorsión como el móvil de la persona que entró en la casa portando pasamontañas.
Los especialistas han tardado 10 horas en desactivar el artefactoLos equipos de especialistas retiraron el artefacto a la chica de 18 años tras 10 horas de trabajo y mientras un dispositivo policial mantenía un cordón de seguridad en torno a una manzana de casas, evacuadas ante el riesgo de que pudiera producirse una explosión.
Según medios locales, el asaltante dejó una nota escrita antes de abandonar la vivienda, situada en el barrio de Mosman.
Murdoch apuntó que cuatro especialistas en explosivos participaron en la misión de retirar a la chica el artefacto, que fue enviado a los laboratorios para su examen.
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