El fallecido iba con otra persona, ambos de origen marroquí, que se marchó al no poder hacer nada por su vida
Un hombre de nacionalidad marroquí de 39 años de edad falleció durante la tarde de ayer electrocutado en el interior de la nave de una carpintería cerrada desde hace años, situada entre Bellreguard y Gandia, dentro de este primer término municipal.
El suceso ocurrió alrededor de las 16.30 horas, cuando el fallecido, que tenía fijada su residencia en la cercana localidad de Palmera, entró en la nave acompañado por otra persona, posiblemente también marroquí, presuntamente para robar materiales.
Aprovechando el abandono de las instalaciones y el hecho de ser un día festivo, la Guardia Civil sospecha que forzaron una de las puertas situada junto a un camino para acceder al interior. Al tocar un elemento eléctrico, uno de ellos sufrió una fortísima descarga que le costó la vida.
Aunque su compañero no ha sido localizado todavía, por el estado del cuerpo todo apunta a que durante un tiempo intentó reanimarlo, pero al comprobar que era inútil huyó de la nave.
Avisados los servicios de emergencia, una ambulancia del SAMU se presentó en las instalaciones, pero el personal médico tampoco pudo hacer ya nada más que certificar la muerte.
La Guardia Civil de Oliva, que se ha hecho cargo de las investigaciones, busca ahora a la persona que le acompañaba para poder reconstruir las circunstancias de este accidente mortal.
De momento se sospecha que los dos cacos intentaban llevarse elementos de cobre u otros materiales que pueden venderse con facilidad y a buen precio en el mercado negro. Varias personas ya han fallecido electrocutadas al intentar robar material eléctrico.
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