La Justicia investiga las actuaciones contra los agentes acusados de hablar con EL MUNDO. Entre los imputados, dos inspectores jefe.
Dos años después de que la Audiencia de Madrid absolviera a los policías Antonio Parrilla y Celestino Rivera de la acusación de revelación de secretos por hablar con un periodista de EL MUNDO, otro juzgado ha imputado a los nueve policías que urdieron la trama del caso Parrilla. Del Olmo -cuya actuación fue duramente criticada en la sentencia absolutoria- mantuvo 24 días en prisión a los policías, basándose en el testimonio de los agentes ahora imputados por presunto delito de detención ilegal, denuncia falta, falsedad en documentos públicos y delitos contra las garantías procesales.
Parrilla y Rivero han acudido a los tribunales en busca de justicia, porque de sus mandos del Ministerio del Interior no pueden esperar nada. Aún ahora, después de que la Audiencia de Madrid dejara clara la inocencia de ambos y apuntara la existencia de una trama interna contra los policías, el abogado del Estado actúa como defensor de los imputados por delitos que causaron un grave daño a los dos agentes.
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