Muchos ciudadanos conocieron su trabajo a través de las series estadounidenses, pero alejados de los estereotipos de CSI, la policía científica, formada en la actualidad por 2.061 agentes en toda España, lleva ya cien años trabajando en las distintas disciplinas que componen esta labor policial que día a día sigue evolucionando. Criminalística, identificación de huellas, documentoscopia, estudios fisonómicos, investigación de incendios o balística son algunas de sus funciones, que resultan de vital importancia en la resolución de todo tipo de delitos, desde un homicidio hasta una estafa.
Para conmemorar el centenario de su creación, la policía nacional, en colaboración con la Universitat de Valencia, ha organizado una serie de conferencias sobre las diferentes especialidades de policía científica en la Facultad de Derecho. Miguel Ángel Santano Soria, comisario general de Policía Científica, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a estas jornadas. "La gran revolución para las investigaciones policiales ha sido sin lugar a dudas la aparición de la informática", destacó Santano. "Antes, todos los archivos eran manuales, lo que ralentizaba el trabajo", añadió.
Otro de los hitos dentro de la investigación criminal es la incorporación del ADN como método de estudio para la identificación de personas en 1992, según remarcó Santano. Esto permitió que casos que tenían archivados por autor desconocido se hayan resuelto años después gracias a la recogida de muestras de ADN, como por ejemplo el de un detenido que tenía 12 violaciones que no se le habían podido imputar por carecer de dicha técnica.
"Cada día se siguen incorporando conocimientos de informática y nuevas técnicas de ADN que nos ayudan en nuestro trabajo", explicó el comisario. De ahí que se haya creado el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales, en colaboración con la Facultad de Alcalá de Henares. "Actualmente hay once líneas de investigación en dicha universidad cuyos resultados serán aplicables a la policía", destacó Santano.
La jornada de ayer fue completada por tres especialistas en policía científica de la brigada de la Jefatura Superior de Policía de Valencia. Así, el inspector Javier Egea, especialista superior, habló sobre la obtención de evidencias en soportes informáticos (móviles, discos duros, sistemas de almacenamiento...), el inspector jefe Francisco Planells, jefe de la sección de inspecciones, explicó cómo identificar a un autor o a una víctima a través de estudios fisonómicos y antropomórficos y la inspectora Ana Blas, jefa del grupo de inspecciones técnico-policiales, enseño cómo analizar una escena del crimen y obtener todas las evidencias para condenar al autor, desde el ADN y las huellas, hasta las pisadas, la sangre o el arma usada.
Fuente: Levante EMV
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