AUTOBILD.ES ha tenido acceso a varios documentos que demuestran
que, desde hace tiempo, algunos guardias civiles son amenazados por no
cumplir las 'expectativas' en lo que a multas se refiere. La amenaza es
una rebaja salarial de más de 200 euros.
Lamentablemente
la noticia no es del todo nueva: los guardias civiles están recibiendo
amenazas por no poner las 'suficientes' multas. Unas presiones que,
aunque ya se vienen produciendo desde hace algún tiempo, ahora se han
materializado en preavisos que, por escrito, advierten a los
'interesados' de que o mejoran su rendimiento o serán penalizados. No
hay que olvidar, asimismo, que hace unos meses AUTOBILD.ES ya publicó
que a los agentes de la Guardia Civil no se les dejaba denunciar el mal
estado de las carreteras.
En el último mes, hasta 15 agentes del
destacamento de La Coruña han recibido estos preavisos. AUTOBILD.ES ha
tenido acceso a varios de ellos. Tal y como denuncia la Unión de
Guardias Civiles de Tráfico (UGC), en estos documentos internos se
advierte "de forma clara y sin posibilidad de error de la más que
posible pérdida parcial del salario, si no mejoran su rendimiento
personal".
Uno de estos agentes recibió el preaviso el 26 de
marzo de 2012. En él, aparece una tabla comparativa de sus actividades
individuales frente a las computadas por el Destacamento de La Coruña en
su conjunto. En rangos como las denuncias notificadas con el radar, la
diferencia es de 0 frente a 564.
La
última página deja claro que no se trata de una "resolución contra la
que se pueda interponer recurso". Es tan solo un preaviso para
"exhortarle a mejorar su rendimiento individual". Y advierte que "de
continuar en la misma línea de trabajo, podrá ser propuesto para la no
percepción del complemento de productividad".
Para
la Unión de Guardias Civiles, por "mejora del rendimiento individual"
se entiende "el aumento intencionado de las denuncias". Y su no
cumplimiento se traduce en "la merma del salario y la posibilidad de
apertura de un expediente disciplinario por negarse a cumplir las
órdenes recibidas".
La amenaza firmada por el Capitán Jefe del
Subsector, Juan José Rodríguez Fernández, se podría traducir en la
pérdida del complemento de productividad, conocido entre los agentes
como RAI (Resumen de Actividades Individuales) y que transforma cada
servicio en una puntuación. A modo de ejemplo, un auxilio en carretera
(echar una mano a un conductor a cambiar una rueda, por ejemplo) vale un
punto; ayudar en un accidente, dos; y una alcoholemia por infracción,
nueve.
De convertirse en realidad esta amenaza a los guardias
civiles por no poner multas, los agentes 'preavisados' podrían perder
los 210 euros netos al mes que cobran como "complemento a la seguridad
vial".
Los agentes implicados denuncian que las cifras anotadas
en el RAI no refleja su realidad cotidiana. "Multar por multar es
fácil", aseguran. "Para sacar puntos, basta con ponernos delante de un
salón de bodas o de una discoteca, pero nuestro servicio no solo debe
ser ese", se quejan mientras recuerdan que el RAI se creó para compensar
la peligrosidad de su trabajo (Tráfico es el destacamento con más
muertes del Guardia Civil), no para premiar a los que más dinero
recaudan.
Da la casualidad (o no), de que algunos de los agentes
'preavisados' fueron propuestos hace tiempo para la "no percepción del
Complemento de Productividad". Estos son los documentos que lo
demuestran:
"Cuando
ponen una media, se llama caza", se lamentan los agentes en referecia a
las tablas de actividades que han recibido sus compañeros. "Se ve que
vamos a pagar la crisis de Rajoy", sentencian.
A la Guardia Civil no le dejan denunciar las carreteras
A
la Guardia Civil no le dejan denunciar el mal estado de las carreteras,
según figura en una orden escrita por la Jefatura Provincial de Tráfico
de Zamora a la que ha tenido acceso AUTOBILD.ES.
AUTOBILD.ES
ha tenido acceso a la orden escrita por la que el Jefe de Tráfico de la
Guardia Civil de Zamora, Miguel Moreno Sánchez, "ruega" que los agentes
de la Guardia Civil de este destacamento no denuncien el mal estado de
las carreteras.
Junto con la misiva, que según solicita el Jefe de Tráfico en cuestión debe hacerse extensiva a todo los agentes del destacamento, se adjunta copia de dos denuncias formuladas, una por deterioro de una señal en la A-6 y otra por falta de señalización de un badén en la A-66. El Capitán "ruega" que "en futuras ocasiones no se denuncie este tipo de anomalías y, en su lugar, se elabore un informe".
¿Cuál es la lectura de
todo esto? Pues que los agentes de Tráfico de la Guardia Civil no les
dejan multar las carreteras y deben limitarse a multar a los ciudadanos y
olvidar las infracciones que pueda cometer la Administración -en este
caso, los responsables del mantenimiento de la vía, como, por ejemplo,
el Ministerio de Fomento-.
"Para nosotros es como si al ver a un
conductor sin cinturón de seguridad, en lugar de multarle, escribimos un
informe", declaran algunos agentes consultados.
La diferencia
entre "denunciar" y "escribir un informe" es fundamental. Primero,
porque la denuncia se realiza a través de una agenda electrónica (PDA)
que envía la notificación directamente a León, sin posibilidad de
cambios y errores. Mientras que el informe se entrega al responsable del
destacamento quien, a su vez, lo remite a la Jefatura Provincial de
Tráfico. Y, en el mejor de los casos, llega a los responsables de la vía
que quedan, simplemente, informados del hecho.
Segundo, porque
la denuncia sigue un proceso idéntico al de cualquier otra sanción
-velocidad, alcohol...- y, lo más importante, va asociada a un número
que impide que 'se pierda en el camino'.
¿Qué significa esto para
el conductor? Fácil. Algunas Jefaturas de Tráfico -en este caso, la de
Zamora- impiden a sus agentes ejercer su deber de sancionar y, más aún,
velar por la seguridad de los ciudadanos, cuando el destinatario es la
Administración. No hay que olvidar que una carretera en mal estado es un
peligro para los usuarios.
Y lo que es peor, cambiar las
denuncias por informes supone una merma del derecho de cualquier
afectado por accidente de tráfico a reclamar una indemnización y una
sentencia justa. Pues no es lo mismo salirse de una vía en buenas
condiciones que, en otra, cuyo estado haya sido previamente denunciado.
"Si
una persona quita una señal de tráfico, se enfrenta a una sanción de
180.000 euros, pero si la Administración no pone una señal donde debería
estar, queda impune", reflexionan los agentes.
Surge entonces
otra pregunta: ¿Qué pasa si, a pesar de este "ruego" los agentes se
mantienen fieles a su deber y siguen multando? La respuesta nos lleva a
'tirar de hemeroteca' y recordar el caso de Juan Carlos Toribio, agente
de Tráfico varias veces expedientado por denunciar pública y
reiteradamente la pasividad de la Administración ante la lacra de los
accidentes de tráfico. Y que, según hemos sabido ya ha denunciado la
situación ante el Congreso de los Diputados.
O el de algunos
agentes que se apuntaron a la huelga de bolis caídos y llegaron incluso a
perder destino ya que, según les recriminó el entonces minisitro del
Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no multar a quien se salta un STOP
era faltar a su deber.
"Lo normal es que abran 'informaciones
reservadas' para buscar responsables", nos explican. "Quizá no haya
expediente, pero seguro que empieza el acoso", sentencian.
Fuente:http://www.autobild.es/
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