La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha juzgado
este miércoles a un hombre acusado de intentar matar a un policía local
de Riba-roja al tratar de clavarle un cuchillo jamonero en el cuello,
por lo que el ministerio fiscal y la letrada de la acusación solicitan
16 años y seis meses de cárcel, tras confirmar las calificaciones
previas.
El acusado, que está en prisión provisional por esta
causa, ha reconocido los hechos de los que está "arrepentido", aunque ha
matizado que lo que quería era "darle un susto" a la víctima porque se
sentía "perseguido y acosado" por acontecimientos previos con la
policía. Se le imputa un delito de asesinato en tentativa por el que se
piden 14 años de prisión, y otro delito de obstrucción a la justicia
penado con dos años y seis meses.
Por su parte, el abogado de la
defensa ha manifestado en sus conclusiones que las penas que solicitan
para su representado son "desproporcionadas". "La pena de 14 años por
tentativa está a solo un año de la pena máxima en el caso de que se
hubiera consumado el delito" de asesinato. Además ha indicado que no se
puede hablar de delito de tentativa de homicidio "porque no tenía
intención de matar, al margen de la bravuconería verbal" que mostró el
acusado durante los hechos.
El letrado de la defensa ha solicitado
rebajar las penas en dos grados y dejarlas en un delito de lesiones y
un delito de faltas por amenazas, con el atenuante de síndrome de
abstinencia, después de que el informe médico forense recoja que acusado
es drogodependiente moderado.
El ministerio fiscal considera que
"la fortuna para la víctima que logró coger el cuchillo" justo en el
momento en el que le tocó el cuello "no puede restar la responsabilidad
del acusado". Además ha apuntado que el ataque del acusado fue
"sorpresivo y con alevosía", ya que volvió sobre sus pasos para llegar
al coche en el que estaba la víctima junto a su pareja.
Los hechos, en agosto de 2011
Los hechos sucedieron a las 3.00 horas del 20 de agosto de 2011 cuando la víctima y su novia se encontraban parados en el interior de su coche en una calle de la localidad de Ribarroja. El acusado se había cruzado poco antes con ellos dos calles antes, y según ha reconocido él mismo se dirigió al coche "para darle un susto" al policía local que lo detuvo cinco meses antes, en el mes de marzo, por alborotar en un local público de la localidad.
El acusado, que poco antes se había encontrado
un cuchillo jamonero en un contenedor, ha justificado que se dirigió al
coche "para asustarlo". "Le enseñé el cuchillo y le pregunté ¿si quería
ser el primero?", ha señalado. También ha reconocido que arremetió
contra la víctima con el cuchillo en la mano, "pero lo podría haber
matado y no lo hice".
La víctima, que estaba dentro del coche, se
percató de la llegada del agresor porque su pareja "puso cara de
terror". "Me giré y me dio tiempo a coger el cuchillo con la mano cuando
ya me había tocado el cuello", ha recordado. Al tratar de defenderse
recibió dos cortes en el antebrazo, además de otro en la palma de la
mano, por los que estuvo 77 días de baja, según las calificaciones
previas del fiscal.
Los policías que han declarado como testigos
han coincidido en señalar que durante el trayecto a la comisaría, el
acusado dijo: "Me lo tenía que haber cargado. La próxima vez no tendrá
tanta suerte. Si lo hubiera matado no me habrían pillado". También han
apuntado que el acusado no mostró síntomas de embriaguez, ni de que
actuara bajo los efectos de las drogas.
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